Cuauhtli Badillo dice que le falta dinero al congreso. Le sobra derroche y abuso
Mientras el Congreso del Estado de San Luis Potosí se lamenta por la falta de recursos para cumplir con su obligación legal de realizar consultas públicas —según Cuauhtli Fernando Badillo diputado de Morena y presidente de la Mesa Directiva, (que suele presumir sus viajes en lujosos yates), de forma cínica dice que se necesita entre un millón y millón y medio de pesos adicionales—, la realidad presupuestal del recinto legislativo pinta otro escenario: uno de despilfarro, opacidad y privilegios inmerecidos. El argumento de austeridad se cae a pedazos al revisar los egresos recientes que ellos mismos intentan mantener en la sombra.
En solo vales de gasolina, los diputados locales se autorizaron extras 182 mil pesos, que al año suman 2.1 millones de pesos, no olvidemos que cada uno de los 27 diputados locales recibe un sueldo neto mensual de más de 96 mil pesos, donde ya va incluido un apoyo específico de 8,500 pesos para gasolina. En vez de pagar con su insultante ingreso, deciden sangrar aún más las finanzas públicas. Como si eso fuera poco, gastan mes con mes 52,360 pesos solo en servicio de alimentos durante sesiones ordinarias. Es decir, ganan más de 3,200 pesos diarios y ni el desayuno lo pagan de su bolsa.
El derroche no para ahí. Por el arrendamiento de copiadoras, el Congreso pagó en enero 141,694 pesos en lugar de adquirir los equipos y evitar un gasto fijo mes a mes que solo enriquece a proveedores. En marzo, soltaron otros 70 mil pesos en compras a Costco por “material de cafetería”. Cada factura es una bofetada a la ciudadanía que exige transparencia y eficiencia en el uso del dinero público.
Más grave aún es el gasto inflado en personal. El Congreso tiene registrados a 194 “auxiliares administrativos generales” bajo el esquema de honorarios, lo que implica un gasto mensual de 4.4 millones de pesos. No hay reglamento que norme sus funciones ni forma alguna de verificar qué hacen. En contraste, los servicios de salud del gobierno estatal, que sí brindan un servicio real y vital, emplean a 164 personas —entre ellos médicos y enfermeros— con un gasto de 2.3 millones mensuales. Menos de la mitad por personal realmente útil.
También se destinaron 25,743 pesos a la instalación de vallas frente al Congreso. En resumen: los diputados se protegen con cercas, se publicitan entre ellos, se alimentan con dinero público y luego tienen el descaro de decir que no hay fondos para consultar a los ciudadanos. No falta dinero. Sobra cinismo.
Nota de referencia: pulsoslp.com.mx/slp/recursos-economicos-limitan-consultas-en-congreso-estatal/1940631