Se va la LXII legistura: gris y sometida.
La actual legislatura llegó con dos grandes retos, uno, demostrar que estaría a la altura para realmente acabar con los aberrantes vicios existentes al interior del putrefacto congreso y dos, que la nueva camada podría en realidad hacer cambios verdaderamente trascendentes, donde se impulsara fuertemente la agenda ciudadana.
Pronto se fueron tres años y la LXII legislatura se va como gris, intrascendente, opaca y sometida al ejecutivo. Se contaba con un grupo de diputados jóvenes o no etiquetados como los clásicos políticos, que fueron parte de la llamada coalición "Juntos haremos historia “que tuvieron en sus manos todo, para enterrar viejos vicios, acabar con el perverso reparto de puestos y comisiones como si fueran mercancía, detener el abuso y denunciar la corrupción. Para llegar al congreso, prometían en campaña ser diferentes, bajarse el sueldo a la mitad, acabar con el insultante seguro de gastos médicos mayores y adecuar el monumental aguinaldo. Todo fueron falsas promesas y no cumplieron. Mes con mes se embolsaron de forma neta 104 mil 500 pesos, es decir 3,483 pesos diarios.
El primer escándalo, fue el nombramiento de Jesús Conde (ex secretario de finanzas en tiempos de Toranzo), el cual fue derrocado por la presión ciudadana. A este error, se le sumó también la imposición de Martha Elva Zuñiga de negros antecedentes en la oficialía mayor de gobierno del estado. La protección que le dio el diputado Rolando Hervert para mantenerla en el puesto, le costó muy caro, cuando tuvo que ser destituida por diversos problemas en la coordinación de finanzas.
Marcelina Oviedo, propuesta por Morena para ocupar la Oficialía Mayor, estuvo denunciando las corruptelas y sucios arreglos de los diversos coordinadores de las bancadas, esto le provocó su salida, bajo el argumento que era ingeniero agrónomo.
El tibio Jesús Rocha fue nombrado contralor, en sustitución del ya mencionado Jesús Conde. Su trabajo fue intrascendente y pasó de noche. Aventó el arpa y no hizo absolutamente nada para sancionar las irregularidades denunciadas.
La anterior legislatura que es recordada como la peor y más corrupta de la historia, destinaba mensualmente 1.9 millones para el pago de personal por honorarios, esta legislatura, que prometió acabar con estos abusos, incremento hasta 3.3 millones de pesos el monto mensual, es decir, salieron más abusivos que sus antecesores.
Precisamente, un estigma de esta legislatura, fue que se descubrió y documentó, como diversos diputados colocaron como "asesores" a familiares y allegados con sueldos de 40 mil pesos, como sucedió con la diputada Alejandra Valdés de Morena, que incluso fue denunciada penalmente por un ex empleado de pedirle moche a cambio de tenerlo en la nómina.
Los asesores Guillermo Balderas y Eduardo González Sierra QEPD, sin contar con contrato firmado, estuvieron cobrando más de 60 mil pesos ilegalmente, se pusieron denuncias, pero al final, nada pasó.
El panista Rolando Hervert, por el pago de favores políticos tenía de aviador a Rafael Solorio Zapata (suegro del diputado federal Xavier Azuara).
Mario Lárraga, diputado plurinominal del Partido Encuentro Social fue denunciado por acoso sexual y laboral por una empleada del congreso y por la diputada Paola Arreola. También fue señalado por dos asesoras, de entregarles la mitad de su sueldo mensual a cambio de trabajar con él.
"El chavo banda" Pedro Carrizales, mejor conocido como "el mijis", fue todo un fenómeno mediático y su impacto tuvo dimensiones internacionales y nacionales. Lamentablemente se fue perdiendo y luego, sus escándalos fueron los que se llevaron las ocho columnas y no su desempeño legislativo.
CONGRESO SOMETIDO
Por primera vez en la historia, el mandatario en turno no tendría el control del congreso, por lo que se esperaba una legislatura combativa, que obligara a Juan Manuel Carreras a cambiar cientos de vicios. Pero fueron sometidos en tiempo record, cedieron a la tentación, a los los arreglos y se vislumbraron en cuanto compartieron tantito poder.
El grupo de izquierda se desmoronó y la bancada panista entendió el valor de sus votos, los cuales sometió a subasta constante para que el ejecutivo consiguiera sus diversos objetivos.
La bancada priista, conocedora de los catastróficos resultados electorales, pasó de noche, entregada a los intereses del ejecutivo, sin autocritica y dejando que su tiempo se extinguiera.
María Isabel González, que presidió la Comisión de Transparencia, se perdió en la opacidad y ni ella, ni sus compañeros hicieron absolutamente por avanzar en el tema.
La junta de coordinación política siguió siendo la cueva de los ocursos arreglos, donde se repartieron el dinero y los puestos, exactamente como lo han hecho todos sus antecesores.
LO POSITIVO
Lo rescatable de esta legislatura, fue el desempeño de Edgardo Hernández, se convirtió en el diputado incomodo que se atrevió a levantar fuerte la voz y denunciar la corrupción y perversos acuerdos. Lamentablemente, fue la voz que clamó en el desierto, porque sus compañeros callaron y se repartieron en pastel. Si acaso en algunos momentos, Marité Hernández se sumó en algunos momentos y se considera rescatable su proceder.
La anterior legislatura con gente como José Luis Romero, Sergio Desfassiux y Óscar Vera, convirtieron la tribuna en un lamentable circo y degradaron gravemente la labor legislativa. En ese aspecto, la actual legislatura no estuvo inmersa en ese tipo de teatros escandalosos, incluso el mismo Vera, se mesuró bastante.
Antes, el área de comunicación social realmente funcionaba para proteger a varios diputados y no ejercía la verdadera función. En esta legislatura se vio ya más homogeneo el trabajo de comunicación y no estuvo en servicio de unos cuantos.
La comisión de vigilancia se mostró con mayor apertura y dio entrada a denuncias ciudadanas por corrupción en los servicios de salud.