Rodrigo Lecourtois: el maestro del encubrimiento
Rodrigo Lecourtois: el maestro del encubrimiento
Rodrigo Joaquín Lecourtois López es, hoy por hoy, la encarnación de la impunidad en San Luis Potosí. Pasó de ser Consejero Jurídico del Gobierno estatal a dirigir el Instituto de Fiscalización Superior del Estado (IFSE), un organismo que bajo su mando no fiscaliza, no sanciona y no sirve más que para cubrir las espaldas de la clase política corrupta.
Llegó con discursos grandilocuentes sobre limpiar la casa y romper con las componendas de siempre. Prometió acabar con los acuerdos podridos entre el IFSE y el poder político. Mintió.
Sus “investigaciones” contra ex diputados implicados en el robo millonario de ayudas sociales fueron puro teatro. Falsificación de firmas, documentos falsos, empresas fantasma… y una lista de responsables encabezada por Óscar Bautista, Graciela Gaitán, Sergio Desfassiux y José Luis Romero Calzada. Pero como son parte del Partido Verde, Lecourtois prefiere mirar hacia otro lado. Intocables hoy, intocables siempre.
Esta semana volvió a su guion favorito: declarar para engañar. Tras la denuncia de una ex empleada del Ayuntamiento capitalino —quien expuso el robo sistemático de sueldos mediante el despojo de tarjetas de nómina—, aseguró que “hay elementos para ir a fondo” y que su personal ya investiga. Nadie le cree. Sus palabras son puro humo para ganar tiempo y proteger a los de siempre.
Bajo Lecourtois, el IFSE no es un organismo fiscalizador: es una oficina de relaciones públicas para el encubrimiento. Se usa cuando conviene como arma política, pero jamás como herramienta real contra la corrupción. Lo suyo no es la justicia, es la simulación. Y en eso, es un experto.