Ricardo Gallardo y el pacto con Morena
Gallardo pacta para asegurar su futuro político y negocios ilimitados en San Luis Potosí.
Ricardo Gallardo Cardona parece haber entendido que romper su alianza con Morena y enfrentarse directamente a Claudia Sheinbaum —quien ha dejado clara su oposición al nepotismo— sería un riesgo demasiado alto. Desafiarla podría acarrearle problemas legales, poner en jaque sus negocios y afectar la carrera política de su esposa, Ruth González Silva.
Ante este panorama, Gallardo ha optado por negociar y mantener la alianza con Morena rumbo a las próximas elecciones. Este acuerdo le garantizaría impunidad y posiciones políticas clave para su grupo.
El plan sería el siguiente:
Morena llevaría mano en San Luis Potosí con Rosa Icela Rodríguez, actual secretaria de Gobernación, como candidata a la gubernatura. Aunque Gerardo Sánchez Zumaya también busca esa candidatura, todo indica que desde el centro se impulsará a Rosa Icela. Si esto se confirma, el empresario huasteco buscaría quedarse con la Secretaría de Desarrollo Económico.
El Partido Verde, en alianza con Morena, postularía a Ruth González para la alcaldía de San Luis Potosí.
Ricardo Gallardo Juárez sería candidato a la estratégica alcaldía de Villa de Reyes, donde ya se le ha visto haciendo presencia.
Ricardo Gallardo Cardona, por su parte, aseguraría su impunidad ilimitada y seguiría manejando negocios lucrativos en la capital potosina y otras regiones bajo su influencia.
No sería descabellado que el PRI, para evitar la pérdida de su registro estatal, se sume a esta alianza con Morena, el Verde, el PT y demás partidos. En política, a estas alturas, ya nada sorprende.
La oposición
En cuanto a la oposición, si Verónica Rodríguez mantiene el control del PAN, su apuesta para la gubernatura sería Enrique Galindo Ceballos, mientras que la propia senadora blanquiazul buscaría la alcaldía.
Movimiento Ciudadano sigue creciendo y, en las últimas elecciones, ya estuvo cerca de igualar al PRI. Si lograra postular a un buen candidato, podría disputar el segundo lugar a Galindo, cuya popularidad va en caída. Sin embargo, la dirigencia encabezada por el ex panista Marco Gama no parece tener la capacidad de capitalizar este momento.