Ricardo Gallardo Juárez una iniciativa en un año

30.10.2025 19:41

Ricardo Gallardo Juárez: 153 mil pesos mensuales por cambiarle el nombre a una Secretaría
Mientras miles de potosinos trabajan jornadas completas por salarios que apenas alcanzan para cubrir lo básico, el diputado federal plurinominal del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Juárez, cobra mensualmente 153 mil pesos entre sueldo y apoyos legislativos... ¿y qué hace a cambio? Muy poco.


De acuerdo con información oficial de la Cámara de Diputados, en un año de gestión legislativa, Gallardo Juárez ha presentado una sola iniciativa propia. Y no se trata de una propuesta de fondo, una reforma estructural, o un plan para combatir la pobreza, la inseguridad o la corrupción. Su única iniciativa fue cambiarle el nombre a una secretaría.


El proyecto, presentado el 19 de marzo de 2025, propone modificar los artículos 26 y 35 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, para que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural pase a llamarse Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural. Además, sugiere detalles administrativos sobre atribuciones compartidas con Hacienda. La iniciativa está, hasta ahora, pendiente de discusión.


En contraste, otros diputados federales han presentado decenas de iniciativas, puntos de acuerdo, intervenciones en tribuna y acciones de fiscalización, mientras Gallardo Juárez parece haber optado por el bajo perfil y la mínima participación.
 

De forma puntual, Gallardo Juárez recibe cada mes:
• Sueldo neto: Aproximadamente 75 mil pesos
• Apoyos legislativos y asistencia: Más de 78 mil pesos

Todo esto sin contar otros beneficios como viáticos, viajes, y acceso a recursos administrativos. Un paquete generoso, sustentado por el erario público, para quien ha demostrado escasa productividad legislativa.


El caso del diputado Gallardo Juárez vuelve a poner bajo la lupa el sistema de representación proporcional. Muchos de estos legisladores no hacen campaña, no recorren distritos, ni rinden cuentas directas a los ciudadanos. Aun así, gozan de los mismos privilegios que un diputado electo por mayoría. Y, como en este caso, pueden pasar desapercibidos sin que haya consecuencias políticas reales.


Gallardo Juárez representa un ejemplo claro de cómo el Congreso puede convertirse en una oficina bien pagada para quienes no tienen intención de legislar, fiscalizar o representar. Su paso por la Cámara, hasta ahora su gestión no ofrece resultados tangibles para la ciudadanía.