PT, el partido más opaco de SLP, protegido por una CEGAIP que ya no garantiza nada

25.08.2025 16:41

PT, el partido más opaco de SLP, protegido por una CEGAIP que ya no garantiza nada

El Partido del Trabajo en San Luis Potosí se ha convertido en el ente político más opaco del estado. Se niega sistemáticamente a transparentar cómo gasta los recursos públicos, violando flagrantemente la Ley de Transparencia. Lo más grave: esta conducta ilegal no solo queda impune, sino que ahora está siendo protegida por la Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública (CEGAIP), el organismo que, irónicamente, debería sancionar estos abusos.

Durante todo lo que va del año 2025, el PT no ha publicado ni una sola actualización en la Plataforma Estatal de Transparencia. No es un descuido: es una violación directa a su obligación legal como sujeto obligado. ¿Y qué ha hecho la CEGAIP al respecto? Absolutamente nada. Ni un apercibimiento. Ni una sanción. Silencio total.

Pero la historia empeora.

Ante esta omisión flagrante, se presentó una solicitud formal de información bajo el folio 24147925000007, solicitando los reportes de egresos del partido correspondientes a enero-mayo de 2025. El PT simplemente ignoró la solicitud. Ni respuesta, ni justificación. Nada.

Siguiendo el cauce legal, se presentó la queja correspondiente ante la CEGAIP. Sin embargo, lo ocurrido después raya en el absurdo. La comisionada Ana Cristina García Nales, de la ponencia 3, rechazó la queja, argumentando que la información “puede ser consultada en la Plataforma Estatal de Transparencia”. Una afirmación falsa, ya que, como se ha documentado, el PT no ha publicado absolutamente nada en dicha plataforma durante todo 2025.

Este fallo no es solo negligente: es una burla institucional. La CEGAIP está traicionando su mandato. En lugar de defender el derecho ciudadano a la información, se ha vuelto cómplice de la opacidad.

Todo apunta a una CEGAIP en retirada, más interesada en limpiar el camino a partidos como el PT que en hacer cumplir la ley. Como se sabe, este organismo se encuentra en proceso de desaparición. Y, ante su ocaso, parece haberse entregado por completo a rechazar sistemáticamente las quejas ciudadanas, sin importar su fundamento.

La pregunta es inevitable: ¿quién protege a quién y a cambio de qué?