La realidad de la UASLP que oculta Zermeño
En días pasados se oficializó el acuerdo en el que el Gobierno del Estado de San Luis Potosí le pagará a la Universidad cerca de 180 millones de pesos, adeudo que éste tenía en el presente año, sin duda una gran noticia, pues el Gobierno del Estado no debe regatear a la UASLP la transferencia de recursos.
Sin embargo, Alejandro Zermeño Guerra, rector de la UASLP, nuevamente se ve envuelto en una falsedad, como es común en su persona y en su opaca administración. Afirmaba que la universidad se iba a paralizar por la falta de recursos si el Gobierno del Estado no pagaba el recurso que les debía y fue más allá diciendo que para el 15 de noviembre la universidad iba entrar en una crisis que podría terminar en un paro de labores por falta de liquidez.
Nada más alejado de la realidad. Analicemos los datos oficiales que la propia institución maneja. El presupuesto ejercido por la UASLP en 2024 ascendió a $3,648,743,755.00, de los cuales $2,804,202,300.00 se destinan únicamente a sueldos y salarios. Esto representa el 77 % del total. Si hacemos una operación aritmética básica, obtenemos que, en promedio, la universidad gasta $233,683,525.00 al mes para cubrir nóminas y prestaciones. Así es que contando los meses de noviembre y diciembre más aguinaldos la universidad necesita alrededor de 500 millones de pesos para pagar a sus trabajadores. Por lo que los 180 millones que les debe Gobierno del Estado no les sacaría del problema en su totalidad.
Ahora bien, recordemos que de acuerdo al convenio signado con el Gobierno Federal los sueldos, salarios y prestaciones están garantizados con el subsidio que les otorga directamente la federación, y lo que les ministra el Gobierno Estatal lo destinan a otros rubros y gastos que la universidad gasta.
Entonces, cabe la pregunta: ¿cómo es posible que el rector Alejandro Zermeño afirme que en la segunda quincena de noviembre la universidad caería en una crisis de pago si no se cubrían los 180 millones que el Gobierno del Estado adeuda? Solo lo que se debe, serviría para una quincena y nada más.
Es evidente que, una vez más, el rector lanza una cortina de humo, comprometiendo a la universidad y exponiendo a los estudiantes, quienes el 2 de octubre marcharon en defensa de la institución por algo que, a todas luces, es una falsedad. Para colmo, se publicó un comunicado en el que la misma institución se deslindaba de posibles marchas y reclamos por parte de la comunidad universitaria. Ni Judas se atrevió a tanto.
La nula transparencia y la alta corrupción que hay en la universidad vuelven a hacerse presentes en este caso, pues el rector Zermeño le miente a toda la comunidad universitaria y a la sociedad en general.
Que quede claro: estamos totalmente de acuerdo en exigir el presupuesto que el Gobierno del Estado está obligado a otorgar. Lo que no aceptamos es que se engañe a la comunidad universitaria y a la sociedad, contando como siempre con la complicidad del Consejo Directivo Universitario, que no ha comprendido cuál es su rol como máxima autoridad de la institución.