Fiscal encubridor es premiado como Srio Gral en la UASLP

12.10.2021 12:48

Federico Garza Herrera, renunció como Fiscal General del Estado de San Luis Potosí tres años antes de que terminara el periodo para el que fue nombrado, pero era un secreto a voces que ya estaba pactada su salida para llegar como Secretario General de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
 

Juan Manuel Carreras desde el año 2015 lo colocó en la Fiscalía para realizar el trabajo de encubrimiento con los delincuentes de cuello blanco y vaya que cumplió con creces. Fue incapaz de presentar ante la justicia al ex sacerdote Eduardo Córdoba que sigue completamente impune. Igualmente, con el terrible asesinato de la joven Karla Pontigo (que estuvo plagado de graves anomalías) no pudo resolver el caso a pesar de tener resoluciones de la Suprema Corte de Justicia.
 

El asesinato del foto reportero Daniel Esqueda sigue también impune, así como infinidad de feminicidios en San Luis Potosí.
 

Le dio protección a los ex diputados señalados de corrupción que formaron una red al interior del congreso estatal fue evidente, ya que los delitos de asociación delictuosa, fraude fiscal, robo de identidad, falsificación de firmas y peculado se pudieron configurar, sin embargo se negó a presentarla de esa forma y lo fue haciendo de forma individual, acusándolos de delitos que con el simple hecho de devolver el dinero salieron librados, a pesar que varios diputados como Mariano Niño contaba con 5 denuncias. Tampoco fue a fondo en el caso de "La ecuación corrupta" y se la pasó enfrentado con el Fiscal Anticorrupción Jorge Vera, lo que provocó que ningún delincuente de cuello blanco tuviera realmente consecuencias.
 

Mantuvo durante un año congelada la denuncia por el caso de la fantasmagórica proveedora de medicamentos Sandra Sánchez Ruíz al ayuntamiento de San Luis Potosí, en tiempos del alcalde Ricardo Gallardo Cardona. Posteriormente ante la presión ciudadana, decidió mandarla a la Fiscalía General de la república.
 

Hoy es premiado con un importante puesto en la UASLP tras huir de la Fiscalía General y dejar su encargo en cuanto su jefe Juan Manuel Carreras acabó su desastroso sexenio. Lamentable que el Rector Alejandro Zermeño se preste al pago de favores políticos y contamine a la universidad con este tipo de personajes, cuyo premio fue encubrir y proteger la corrupción.