El trenecito de la esperanza

26.06.2014 15:30

Por : Ing. Daniel Montelongo

La inauguración del tren en la alameda que dará servicio a las familias potosinas, para darles un recorrido por la alameda y puedan apreciar su esplendor, magníficos jardines y uno que otro patito que goza de su estancia en tan seguro y presentable parque de diversión familiar; NO es más que el punto cumbre de una pésima administración.

La falta de seriedad de esta administración municipal, dirección, liderazgo y de pantalones para dar soluciones reales e integrales ante la problemática que viene arrastrando la administración municipal y el hecho de estar amarrado a intereses partidistas dan como resultado este tipo de eventos que son una burla para los Potosinos que seguiremos pagando las consecuencias de pésimas administraciones que seguirán en esta dinámica.

Hasta dónde seremos complacientes con tanto desatino en la toma de decisiones por parte de la autoridad municipal? que de autoridad solo tiene el nombre, porque, NO solo es el tema del trenecito, también viene el tema de la fotomulta en las avenidas de la capital. Que contiene muchos claro-obscuros dentro de su aplicación que hasta hay gente que se salvará de tal multa solo por el hecho de traer placas de otro estado.

Pero, bien reza un dicho: “El pueblo tiene el gobierno que se merece”, y nos queda al dedillo tal dicho porque para colmo de males el INEGI nos ha calificado como la entidad más corrupta del país y eso, es decir mucho.

Cuando pensamos en corrupción nos viene a la mente el DF, sin duda, pero ahora, será sinónimo del estado de San Luis Potosí. Un lugar nada decoroso y que dice mucho de lo que padecemos con los gobiernos corruptos hasta la médula que hemos padecido, pero, también tenemos parte en la película porque para que haya corrupción se necesitan dos actores.

Un ejemplo que me viene a la mente es en las oficinas de registro civil por que, cuando vas a solicitar una acta de nacimiento la persona que te atiende en ventanilla te pide los datos y su eventual costo de la copia hasta ahí todo va bien pero, si se tiene que buscar el acta para de ahí sacar copia la cosa cambia y mucho.

Te pide una cooperación extra por “buscarla”, y otra más si es “urgente” pero, lo chistoso de esto es cuando te “ofrece” este servicio extra el personal de ventanilla se pone en posición de: “estoy muy ocupado” sí, (tal y como los teléfonos los pones en posición de “espera” para que NO molesten en ese momento llamadas NO deseadas) y, como estamos acostumbrados a tales “tratos y manejos” pues cedemos ante las posturas de estos oferentes de “corrupción”.

Así, de esa manera y muchas más que ocuparían días y espacio manifestarlas pero, que seguramente ya habrás identificado oficinas y dependencias donde se manifiestan estos actos día a día.

Pero, como dije anteriormente, para que haya corrupción se necesitan de dos actores y el otro lado lo creamos nosotros al prestarnos a seguir este juego.

Cuando leemos notas donde alguna persona es detenida por cometer X delito o infracción y, ésta al ser detenida manifiesta que es “influyente”, comienza nuevamente ese maldito juego de: “a mi NO me pasará nada con una llamada se arreglará este asunto” y así evadir la justicia que se debe aplicar a todos sin excepción.

Tenemos tan compenetrada la corrupción que para todo la traemos lista para actuar, imagínese usted cuando le entregas la “mordida” al tránsito y tu hijo ve como le entregas el dinero, que mensaje le están enviando a su conciencia? Pero; cuando nos pasa algo que NO nos beneficia, entonces si ponemos el grito en el cielo e imploramos “justicia”, porque estamos ante un acto de corrupción que me está afectando a mi o a mis intereses y es ahí donde valoramos lo que significa vivir en torno a la corrupción que, en ese momento quisiéramos que desaparezca como por arte de magia lo cual es infinitamente falso.

Tomemos conciencia pues, en este tema de ser el número 1 en corrupción a nivel nacional. Como el alcohólico que primero tiene que aceptar que lo es, para comenzar su proceso de rehabilitación así, tenemos que aceptar ese deshonroso primer lugar y comenzar en nuestro día a día a reducir los actos de corrupción y sobre todo para dejarles una mejor sociedad a nuestros hijos.