El recuento de los daños y los diputados nocivos
Pronto pasaron tres años y por fin se extinguió la LX Legislatura, considerada la peor de la historia, que dio bastantes argumentos para considerarla así.
Al menos yo no tengo datos que en los últimos 20 años, la ciudadanía organizada y sin que se metieran los partidos políticos, se lograra un gran movimiento social que impidiera el aumento injusto del transporte urbano y que inclusive impidiera varias intentonas de aprobarlo en sedes alternas al recinto del oficial, además de encarar de frente a los diputados y propinarles hasta corretizas a varios de ellos.
Un grupo muy marcado de diputados afines al Gobernador Toranzo, sistemáticamente votaron todas y cada una de las injustas propuestas que les mandaron desde Palacio de Gobierno, sin chistar y como auténticos autómatas. Los representantes del PRI, Verde y uno del Panal fueron los perfectos cómplices del gobierno y enemigos de la ciudadanía.
Temas como el aumento del transporte urbano, la tarifa del agua, otro crédito de 780 millones de pesos, el cobro de la tenencia y luego el aumento al impuesto del control vehicular, el alto costo de la licencia de conducir, el aumento de 25% al impuesto sobre nómina son algunos que calaron fuerte en el bolsillo de los potosinos.
El otro grupo de diputados del Pan, Movimiento Ciudadano, Partido del Trabajo, Conciencia Popular, Prd y a media legislatura uno del Panal y otro del Verde, se opusieron a muchas de las propuestas injustas que impuso Toranzo, pero poco se pudo hacer en la práctica ya que este grupo no alcanzó los votos necesarios para frenarlas.
Donde los 27 diputados sí estuvieron totalmente de acuerdo fue en mantener los apoyos “legislativos”, los más de 7 mil pesos en vales de gasolina y los 34 mil para gastos médicos menores que muchas veces era para comprarse productos para la disfunción eréctil, leche en polvo y pañales, los 30 días de aguinaldo y recibir entre sueldo y apoyos más de 165 mil pesos mensuales. En eso, existe un consenso ejemplar, inmediato y cordial.
Además de lo anterior, como verdaderos amos de la simulación, invitaron a la ciudadanía a los foros para “adecuar” las leyes del transporte, derechos indígenas y de candidatos independientes. ¿Y qué creen?, exactamente, no tomaron en cuenta una sola propuesta ciudadana.
Otro tema que los unió, fue la propuesta de “jubilar” a los diputados, alcaldes, regidores y hasta al gobernador. La presión ciudadana y de los medios jugó otro papel determinante para lograr echar abajo esa nueva aberración legislativa.
Se acabó esta pesadilla, se fueron ya estos diputados que a su manera, pero cada uno de los que integraron la LX Legislatura sumaron puntos negativos para llevarse el título de “La peor legislatura de la historia.”