El Precursor de la transparencia
Hace ya más de medio siglo, hablamos de los años 60´s cuando el Doctor Salvador Nava Martínez, fue presidente municipal de la ciudad capital de San Luis Potosí por primera ocasión.
La cultura de la transparencia y rendición de cuentas tiene que ser una convicción propia, entender que el dinero que se maneja es público y se deben entregar cuentas claras a los mandantes, que son quienes generan esos recursos vía impuestos para que luego los mandantes los administren.
Desde hace 54 años, el Dr Nava, por convicción propia inició transparentando el uso de recursos públicos, no porque una ley se lo exigiera, ya que no existía en ese tiempo alguna relacionada propiamente con la Ley de Transparencia, era por esos valores cívicos y el compromiso con la honestidad, con mostrar a todos los ciudadanos en que se usaba cada peso y mediante ingeniosas mamparas, frente al Palacio Municipal se publicaban a detalle los diferentes ingresos y egresos que realizaba la administración que encabezaba Nava Martínez.
Cualquier ciudadano podía revisar la información publicada y en caso de requerir copias o revisar más documentos, con solo pedirlo se le entregaba.
Pasaron 24 años, en 1983 el Dr. Salvador Nava volvió a ser electo como Presidente Municipal arrasando en las votaciones.
Pero su labor no sería nada fácil, ya que en ese tiempo el Gobernador Carlos Jonguitud Barrios, ponía mil trabas para entregar los recursos federales que le correspondían al ayuntamiento de la capital, llegando inclusive a retenerlas hasta 5 meses consecutivos.
Fue cuando el Dr Nava hizo un llamado a los potosinos y convocó a una gran marcha, que de acuerdo a los datos que se tienen de la época, eran cerca de 40 mil personas que juntos exigirían al Gobernador entregar ya las participaciones que por ley le correspondían al ayuntamiento, eso puso a temblar al mandatario estatal y el lunes siguiente de esa marcha, el tesorero del estado, que por cierto era yerno de Carlos Jonguitud, Éibar Castilla, ( padre del actual diputado plurinominal de Nueva Alianza, Jaen Castilla Jonguitud, ) entregaba los diferentes cheques con las participaciones retenidas.
A raíz de eso, el tesorero municipal, Alfredo Lujambio, uno de los hombres de toda la confianza del Dr Nava, contrató un auditor interno y una empresa de la ciudad de México para realizar auditorias externas al Ayuntamiento de la capital potosina.
Por convicción y su compromiso con la legalidad, la rendición de cuentas y la transparencia, de forma mensual se publicaba un desplegado en el periódico El Sol de San Luis, donde se detallaban todos y cada uno de los ingresos, así como los pagos realizados, con letras grandes se invitaba a los colegios de profesionistas y a la ciudadanía en general para que acudieran a revisar la documentación y pidieran ver todo lo que fuera de su interés de forma pública y gratuita. Los archivos también eran públicos.
De igual forma se les entregaba al cabildo un reporte detallado de cada peso utilizado y aunque tampoco era cuestión de obligación, por convicción se le mandaba a cada diputado un informe de la cuenta pública municipal mes por mes, ya que la ley lo pide solo de forma anual.
Como anécdota, nos reseña Alfredo Lujambio, que uno de los funcionarios que quedaron de la anterior administración, intentó cobrar un reembolso de gastos, donde iban paquetes de cigarros y el como tesorero municipal no le aceptó ese gasto. El coraje fue total y se fue totalmente molesto a quejarse con el Dr. Salvador Nava, a los 3 minutos salió con la cabeza baja y con una lección muy clara : con dinero público, no se permitiría el mal uso ni siquiera de un cigarro.
Una muy clara lección y muchos mensajes que hemos encontrado en este artículo, donde se comprueba como la transparencia y rendición de cuentas, tiene que ser por convicción para que realmente rinda frutos y el manejo de los recursos públicos debe hacerse con un escrupuloso sentido de la honestidad.
De esto han transcurrido más de 29 años y en lugar de avanzar hemos retrocedido. Han aflorado los actos de corrupción, los funcionarios y gobernantes cada día son más rapaces, los diputados que son quienes deberían de poner el ejemplo, son los primeros en meter facturas cobrando cepillos de dientes, productos para disfunción eréctil , refrescos y hasta conos de nieve, porque son tan abusivos y descarados que ni eso pagan de su propio bolsillo.
Una frase cita : “La transparencia molesta al corrupto, al honesto lo engrandece”.