El impresentable José Luis Romero ahora se fue al Partido Verde

12.05.2025 19:22

El Partido Verde se pudre desde adentro: fichan al impresentable Romero Calzada

El Partido Verde en San Luis Potosí ha dejado de fingir decencia. Se ha convertido, sin matices, en refugio de delincuentes con fuero y reciclaje de la peor basura política. Su nueva adquisición es el exdiputado priista José Luis Romero Calzada, un personaje con historial delictivo y un prontuario que lo haría inelegible en cualquier sistema político mínimamente serio.

Ignacio Segura, presidente estatal del Verde, lo anunció con orgullo en redes sociales. Como si sumar a un exconvicto acusado de fraude, robo de combustible, lavado de dinero y evasión fiscal fuera motivo de celebración. No es el único: hace unas semanas, también “presumió” la incorporación de Alejandro Leal Tovías, exsecretario de Gobierno del sexenio de Juan Manuel Carreras y también exdiputado del PRI. En la foto del anuncio aparece otro fichaje de lujo: Alejandro Segovia, implicado en una red de corrupción que operaba con facturas falsas, documentos apócrifos y firmas clonadas para desviar recursos públicos destinados a personas en situación vulnerable.

La foto es más que simbólica. Es el retrato de una mafia que ahora viste de verde.

Romero Calzada es una caricatura grotesca de la política mexicana: saltimbanqui de partidos, oportunista profesional, y con un historial judicial que debería mantenerlo lejos de cualquier boleta electoral. Ha desfilado por el PRI, Redes Sociales Progresistas, Movimiento Ciudadano y hasta el PAN, sin éxito alguno en las urnas. Lo único constante en su carrera ha sido el fracaso… y la sospecha.

Lo más insultante de este nuevo capítulo es la traición de principios, si es que alguna vez tuvo alguno. Durante años, Romero Calzada fue enemigo político declarado del mandtario estatal Ricardo Gallardo Cardona. Hoy, se le une buscando lo único que le importa: protección e impunidad. Su repentina conversión al gallardismo no es ideológica, es desesperada.

Pero no debería sorprendernos. Este es el nuevo rostro del Partido Verde en San Luis Potosí: una cueva de impresentables donde el único requisito para ingresar parece ser tener cuentas pendientes con la justicia.