Diputada Dulcelina Sánchez pide transparencia a otros

04.09.2025 12:22

La congruencia es una cualidad que brilla por su ausencia en la clase política. Un ejemplo reciente lo dio la diputada local del Partido Verde, Dulcelina Sánchez, al criticar la opacidad de varios ayuntamientos. Señaló que muchas personas al frente de las unidades de transparencia carecen del perfil y compromiso necesarios, y reclamó que varios municipios aún no cuentan con páginas web que permitan el acceso ciudadano a la información pública obligatoria.
 

En el fondo, tiene razón. Lo que dijo es cierto. Pero su discurso omite puntos clave que no pueden ignorarse:
Primero se predica con el ejemplo. El Congreso del Estado lleva más de cuatro meses sin publicar los egresos ni las percepciones del personal. Antes de exigir transparencia a los demás, hay que aplicarla en casa. De lo contrario, no hay congruencia posible.

 

La CEGAIP también tiene responsabilidad. Si muchos ayuntamientos siguen incumpliendo la Ley de Transparencia, es en parte por la omisión de la Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública (CEGAIP), que ha fallado rotundamente en su labor de vigilancia y sanción.
 

La ley es clara. Todos los entes obligados —incluidos los ayuntamientos— deben publicar su información en sus portales oficiales y en la Plataforma Estatal de Transparencia. El incumplimiento no es nuevo y, sin embargo, sigue sin consecuencias.
Capacitación sí, pero también coherencia. La diputada habla de formar personal capacitado en las unidades de transparencia municipales. Pero ¿y el Congreso? El titular de su área de transparencia es un abogado con pleno conocimiento del tema. Entonces, ¿por qué no se publica en qué se gasta el dinero desde mayo? Saber no basta: hace falta compromiso.

La opacidad no es exclusiva de los ayuntamientos. Priva en buena parte del gobierno estatal. Dependencias como SEDUVOP, SALUD, SCT, SEFIN y SEDESORE tienen serias lagunas en transparencia. Y el colmo es el Partido del Trabajo, que lleva años sin publicar nada en la Plataforma Estatal de Transparencia.

En resumen, sí, coincidimos con Dulcelina Sánchez: hay opacidad en los ayuntamientos. Pero si se va a hablar de transparencia, se necesita congruencia. Y eso empieza por el Congreso del Estado. Además, es hora de señalar con claridad a uno de los grandes responsables del actual estado de opacidad: la CEGAIP. Su falta de acción es inaceptable y representa una traición al compromiso que debería tener con la ciudadanía.