Congreso de SLP cierra 2025 entre abusos, pifias y opacidad
CONGRESO DEL ESTADO CIERRA 2025 ENTRE ABUSOS, PIFIAS Y OPACIDAD
Cada legislatura parece empeñada en superar a la anterior en malos resultados, y la actual no solo ha seguido esa ruta, sino que la ha profundizado. Entre el sometimiento al Ejecutivo, los abusos reiterados, la opacidad sistemática, el pobre desempeño legislativo y las correcciones impuestas por la Suprema Corte de Justicia, así transcurrió el 2025 para el Congreso del Estado.
Sometimiento reafirmado
A lo largo del año quedó plenamente acreditado el sometimiento del Congreso al Poder Ejecutivo. Los contrapesos desaparecieron y la oposición terminó pulverizada y, en los hechos, controlada. El cierre del año fue una muestra clara de ello: se aprobó sin mayor resistencia todo lo que el mandatario estatal Ricardo Gallardo impulsó. Morena intentó una simulación de última hora, pero es sabido que ha operado alineado a los intereses del llamado “gallardismo”. La cereza del pastel fue la aprobación de la polémica #LeyRuth.
Abuso constante
La legislatura también falló a su compromiso de austeridad. La Junta de Coordinación Política incumplió la promesa institucional de no revivir los apoyos extraordinarios, luego de que estos supuestamente se habían integrado a los ya elevados sueldos mensuales. A pesar de contar con 7 mil 500 pesos en vales de gasolina incluidos en su salario, los legisladores continúan recibiendo más de 180 mil pesos mensuales adicionales por ese concepto.
A ello se suma un gasto de 4.3 millones de pesos para el pago de 198 personas, lo que convierte a esta legislatura en una de las más abusivas, con un incremento desproporcionado de personal contratado por honorarios.
La “broma” de Sara
La credibilidad ciudadana hacia los diputados locales es ya de por sí mínima, pero episodios como el protagonizado por Sara Rocha, del PRI, la profundizan aún más. La también presidenta de la Mesa Directiva del devaluado Congreso presumió en redes sociales haberse ganado una camioneta en una rifa, luego de una posada navideña con el mandatario estatal Ricardo Gallardo. Ante las críticas y cuestionamientos, respondió con desparpajo que todo había sido una broma adelantada por el Día de los Inocentes. Nadie le creyó.
Egolatría desde el PT
Las polémicas no se detuvieron ahí. El colmo de la egolatría legislativa fue el hecho de que la diputada local del Partido del Trabajo, Leticia Vázquez Hernández, ya aparece inmortalizada con su nombre en una calle del municipio de Cerritos, San Luis Potosí, un acto que generó indignación y cuestionamientos sobre el uso del poder público.
Ley polémica contra la inteligencia artificial
Fiel a su costumbre, el Congreso aprobó de manera apresurada y bajo claras indicaciones del Ejecutivo una reforma para castigar el supuesto uso indebido de la inteligencia artificial por “perturbar la paz social”. Debido a las amenazas que su redacción representa para los derechos humanos, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos promovió una acción de inconstitucionalidad contra la reforma al Código Penal de San Luis Potosí en materia de inteligencia artificial.
Opacidad permanente
En cuanto a transparencia, el Congreso cerró el año sumido en la oscuridad. Desde septiembre mantiene ocultos tanto sus gastos como los sueldos de su personal, en abierta violación a la ley. La CEGAIP, organismo encargado de sancionar y obligar al cumplimiento, ha demostrado ser inoperante y se ha convertido en un simple parapeto, muy lejos de la función para la que fue creada.
Así se fue un año más para un Congreso divorciado de la sociedad, dedicado a servir intereses propios. Una legislatura con una oposición cada vez más débil, diputados reprobados por sus pobres resultados legislativos, pero campeones indiscutibles en el abuso del dinero público y la opacidad.