Cambiar para recibir lo mismo

16.02.2015 11:23

Los partidos políticos, la televisión abierta y la telefonía celular.

En el diario acontecer buscamos siempre cambiar, obviamente para mejorar, si cambiamos algo está pensado en que obtengamos una mejoría notoria.

Voy a realizar una reflexión sobre tres aspectos que considero muy elocuentes. Iniciaré con la política. Por muchos años tuvimos una sola opción y cuando por fin surgió otra, ¿ Que sucedió ?
La ciudadanía soñó con ese cambio y se tenía la ilusión que con la alternancia en el poder y sentar a otro partido las cosas podrían realmente mejorar.

Pero se nos olvida que la partidocracia pertenece a un sistema político el cual está corrido hasta la médula, un objetivo de fondo es repartirse los recursos públicos y los espacios de poder, comparten las mismas mañanas y las malas prácticas en la compra de votos. Saben exactamente el precio a pagar sí realmente quieren ganar una elección. Este sistema los beneficia a ellos y no están dispuestos a modificarlo, sus objetivos son diametralmente opuestos a los que tiene la ciudadanía en general.

Situación parecida vivimos en la televisión abierta. Por muchos años tuvimos una sola opción y cuando por fin surgió otra, ¿ Que sucedió ? Terminaron entregándonos los mismos contenidos, a su estilo pero en el fondo lo mismo, los mismos noticieros, mismas telenovelas, mismos programas de chismes, mismos sketches, por un lado Laura Bozzo y por el otro Rocío Sánchez Azuara, por un lado López Dóriga y por otro Javier Alatorre. Competidores que hacen los mismo pero diferente.
Los aztecas que generaron tanta expectativa de ser un auténtico cambio, pronto aprendieron las mañas y los vicios de su competidor.

Antes criticaban la multipropiedad de Televisa que era dueño de los equipo América y Necaxa ( que luego vendió ), les llamó la atención el negocio y el jueguito que actualmente están peor y ya son propietarios del Morelia y Atlas de Guadalajara.

Para cerrar este artículo veamos también que el supuesto cambio en la telefonía celular nos quedó a deber y mucho. Por muchos años tuvimos una sola opción y cuando por fin surgió otra, ¿ Que sucedió ? púes sucedió igual que en los dos puntos anteriores, los competidores demostraron ser incapaces de ofrecernos el verdadero cambio, aprendieron presurosos las mañas y nosotros como usuarios al cambiar de compañía en compañía, solo nos permitió comprobar que ninguna reunió los verdaderos requisitos que necesitamos.

Lamentablemente en este proceso de experimentación la ciudadanía siempre pierde, si te quedas lo que tienes pierdes y si buscas otra opción también. Simplemente morimos en el intento de cambiar para terminar recibiendo siempre lo mismo.