Al descubierto abusos y derroche del congreso de SLP

17.04.2025 14:05

¿Qué intentó ocultar el Congreso opaco de San Luis Potosí durante enero y febrero, cuando gastó 48.1 millones de pesos sin transparentar en qué y cómo se usaron?

Ya habíamos denunciado que Enrique Ortiz Hernández, coordinador de Finanzas del Congreso, se negaba a publicar los egresos. Ahora queda claro por qué: no querían que la ciudadanía conociera sus abusos y los acuerdos turbios entre diputados de todos los partidos.

Tres meses después, el Congreso finalmente publicó en la Plataforma Estatal de Transparencia los gastos correspondientes a los dos primeros meses del año. Aquí presentamos algunos datos relevantes que evidencian el derroche de recursos públicos, la falta de responsabilidad y una voracidad sin límites.

La actual legislatura incrementó la plantilla de empleados por honorarios, y actualmente se gastan 4.3 millones de pesos mensuales en 198 personas. Un grupo selecto de diez "auxiliares generales", contratados bajo este esquema, se reparten 471,354 pesos al mes. La mayoría está vinculada al diputado plurinominal Héctor Serrano.

También ocultaron que se destinaron 235,336 pesos en vales de gasolina para todos los diputados locales, a pesar de que cada uno gana más de 96 mil pesos netos al mes y ya reciben un apoyo adicional de 8,500 pesos para este rubro, integrado en su sueldo.

En arrendamiento de copiadoras, se gastaron 141,694 pesos. En lugar de adquirir el equipo, se beneficia mes con mes a un proveedor con este servicio.

Los diputados de Morena, Cuauhtli Badillo y Carlos Arreola —quienes también perciben 96 mil pesos netos mensuales— no se conformaron con ese ingreso. El primero solicitó un adelanto de 79,884 pesos, y el segundo, de 25 mil pesos.

En ese mismo periodo, se pagaron 52,360 pesos en servicio de alimentos para las sesiones ordinarias. Es decir, estos legisladores, que ganan cerca de 3,200 pesos diarios, ni siquiera pagan su desayuno de su propio bolsillo.

También se realizó un pago por 100 mil pesos al portal “Yo Amo San Luis” por supuesta publicidad del Congreso durante diciembre. Sin embargo, al revisar el sitio yoamosanluis.com ,solo aparecen tres notas: una del 14 de diciembre que remite a una publicación vieja de mayo de 2024; otra del 5 de diciembre sobre un evento navideño encabezado por el mandatario estatal Ricardo Gallardo; y una más del mismo día sobre el nombramiento de Ciudad del Maíz y Tierra Nueva como pueblos mágicos. El medio La Noticia publicó actas constitutivas que vinculan a este portal con el diputado Héctor Serrano.

Este nivel de despilfarro no es solo indignante, es una burla directa a la ciudadanía. Vemos como el Congreso se da el lujo de operar como si el dinero público fuera su caja chica. No hay austeridad, no hay ética, y mucho menos hay vergüenza. Los diputados, lejos de rendir cuentas o servir al pueblo, se han convertido en administradores del abuso. Este comportamiento es la prueba de que el sistema legislativo local está capturado por intereses personales y cuotas de poder, y no por el compromiso de representar a quienes votaron por ellos. El Congreso de San Luis Potosí no legisla: factura.